
Miedo a amar y a ser amada.
Miedo a la soledad y a la compañia.
Miedo al silencio y a las palabras.
Miedo a dejar de sentir miedo.
Miedo a mis pensamientos.
MIEDO.

Siempre supe que no eras para mí, tampoco te quise lo suficiente como para cambiarlo. Todo llego tan fácil, tan rápido; y de la misma forma se fue. Al parecer tu tampoco me querías lo suficiente, y mi recompenza por no serle fiel a mis instinto: Quererte, cuando ya no quedaba nada que querer. Por que preferimos lo complicado, solo nosotros humanos con naturaleza masoquista.
Empiezas algo nuevo, con alguien desconocido, y de repente todo empieza a ser diferente y de alguna manera mejor. Te vas abriendo y experimentando de maneras que jamas habias hecho antes, solo para descubrir al final que las expectativas no son buenas y que las personas no son lo que parecen, o tal vez si, pero nunca lo quizimos ver. Hasta que no podemos seguir tapandonos los ojos y nuestros sentimientos son lastimados, creando nuevas experiencias que hacen que volver a comenzar con el ciclo sea cada vez mas dificil, y el confiar en los demas llegue a ser un rumor, lejano. Y aun asi no dejamos de creer.
j
Hace tiempo no escribo. Me sumerjo en el mundo exterior porque así la realidad no duele. Pero no pasa un día sin que piense en ti, y me pregunto que estarás pensando. Y porque mas que intento no entiendo como y cuando fue que nos convertimos en extraños, pero espero que si el destino era estar juntos, nos encontremos al final para así perdernos, juntos esta vez. Por ahora esperaré.